Vivimos en una sociedad cuya organización requiere de cambios rápidos y permanentes.


Los ritmos y la velocidad de las transformaciones son cada día mayores y ello impacta en todos los ámbitos de la vida personal, en el aspecto social, profesional, familiar, económico, político y cultural. En ocasiones, dichos cambios generan tales demandas y exigencias que rebasan la capacidad individual y colectiva de respuesta a ellos constituyéndose como un camino incierto y plagado de dudas.

Los cambios no son iguales para todos ya que dependen de las distintas situaciones y contextos específicos en los que se encuentran las instituciones y las personas ante un mundo cada vez más complejo.

La formación profesional de los alumnos en las instituciones educativas exige no sólo un alto nivel de conocimientos sino contar con las habilidades y actitudes que les permitan destacar en un mercado competitivo.
Saberse enfrentar a la vida profesional requiere entre otros aspectos de liderazgo, capacidad de decisión, trabajo colaborativo, toma de decisiones, conductas asertivas, creatividad e innovación para realizar propuestas acordes a las necesidades de los distintos sectores de trabajo donde los futuros profesionistas se pueden insertar.

Por lo anterior, se hace necesario preparar integralmente a los alumnos a través de distintos cursos-talleres, pláticas y charlas de orientación individual y colectiva con especialistas que favorezcan  su desarrollo personal en temas como creatividad y manejo de la libertad; autoestima y autoconocimiento del potencial humano; conductas de riesgo y manejo personal; sexualidad, amor, erotismo y responsabilidad compartida, así como temas en relacionados con la vida académica y estudiantil tales como hábitos de estudio y estilos de aprendizaje; asertividad y éxito profesional; liderazgo y toma de decisiones; comunicación y manejo de conflictos; sinergia y trabajo en equipo con la intención de reforzar los valores éticos necesarios para obtener un aceptable desempeño en las distintas esferas sociales.

Este programa pretende que el alumno se reconozca a través de un proceso de autoconocimiento que le permita lograr el control de su vida haciéndose responsable de sus propias decisiones en un ámbito de aceptación, respeto y libertad de expresión.

Un aspecto más a destacar del programa incluye la preparación de los profesores tutores a través de charlas que les permitan orientar de mejor forma a sus tutorados, ya sea en forma individual o grupal, en la certeza de que la tutoría es un proceso complicado para quien no posee los conocimientos básicos demandantes por la institución y que son necesarios para el apoyo no académico, sino principalmente afectivo.

Finalmente, el programa contempla también la impartición de charlas a los padres de familia con la finalidad de involucrarlos en la formación académica y humana de sus hijos permitiendo una mejor comunicación entre ellos, sobre todo bajo la consideración de que el alumno debe recibir apoyo multisectorial en su formación y no sólo limitarse a lo que haga o deje de hacer la institución educativa.

“Mientras perseguimos lo inalcanzable hacemos imposible lo realizable. “
Robert Ardrey